Antonio Enríquez Gómez, un poeta entre santos y judaizantes
Este volumen explora nuevos enfoques de la obra de Antonio Enríquez Gómez (c.1600-1663), poeta de caras múltiples y de fuertes contrastes internos, a quien tanto la literatura española como la judía han llegado a contar entre sus autores clásicos. Comerciante de profesión, ya gozaba de fama de dramaturgo en Madrid en 1636, cuando la Inquisición lo obligó a huir a Francia. Allí publicó obras de poesía, épica y sátira social, mientras difundió textos clandestinos en defensa de la rebelión portuguesa, la libertad de conciencia y la fe judía. Regresado en 1649 a Sevilla, se reinventó a si mismo como don Fernando de Zárate, hidalgo y autor de comedias de santos, hasta que finalmente fue desenmascarado por el Santo Oficio, en cuya prisión murió. Con muchísima frecuencia las aproximaciones a Antonio Enríquez Gómez han usado y abusado de una biografía que no es fácil de reconstruir. Frente a las apropiaciones de un autor en razón de su procedencia judeoconversa, se abren otros horizontes, igualmente legítimos, para estudiar una obra que ha sido vista como cruzada de claves, en perjuicio de una lectura más atenta y más literaria a un tiempo. Las numerosas ediciones de las Academias Morales de las Musas, una miscelánea publicada en Francia en 1642 y reeditada hasta seis veces en España, así como la amplia y exitosa producción teatral de un Enríquez Gómez-Zárate reclaman otra forma de entender a un escritor misteriosamente exilado y no menos misteriosamente vuelto a España.
En torno a una poesía sincrética
ste volumen explora nuevos enfoques de la obra de Antonio Enríquez Gómez (c.1600-1663), poeta de caras múltiples y de fuertes contrastes internos, a quien tanto la literatura española como la judía han llegado a contar entre sus autores clásicos. Comerciante de profesión, ya gozaba de fama de dramaturgo en Madrid en 1636, cuando la Inquisición lo obligó a huir a Francia. Allí publicó obras de poesía, épica y sátira social, mientras difundió textos clandestinos en defensa de la rebelión portuguesa, la libertad de conciencia y la fe judía. Regresado en 1649 a Sevilla, se reinventó a si mismo como don Fernando de Zárate, hidalgo y autor de comedias de santos, hasta que finalmente fue desenmascarado por el Santo Oficio, en cuya prisión murió. Con muchísima frecuencia las aproximaciones a Antonio Enríquez Gómez han usado y abusado de una biografía que no es fácil de reconstruir. Frente a las apropiaciones de un autor en razón de su procedencia judeoconversa, se abren otros horizontes, igualmente legítimos, para estudiar una obra que ha sido vista como cruzada de claves, en perjuicio de una lectura más atenta y más literaria a un tiempo. Las numerosas ediciones de las Academias Morales de las Musas, una miscelánea publicada en Francia en 1642 y reeditada hasta seis veces en España, así como la amplia y exitosa producción teatral de un Enríquez Gómez-Zárate reclaman otra forma de entender a un escritor misteriosamente exilado y no menos misteriosamente vuelto a España.